martes, 30 de marzo de 2010

Sociedad - Educación

La educación es uno de los aspectos más importantes del ser humano, de cada individuo de nuestra sociedad.

Sin embargo, la educación ya no es lo que era. Por supuesto, me refiero a las formas, no a la educación en cuanto a estudios. Podría incluso decirse que ya apenas hay educación. La culpa se le puede echar a cualquiera: a la persona que no la tiene, a los padres que no se la enseñaron, o incluso, a la sociedad, que no da ejemplo. Porque antes, cuando una señora (o señor, aunque fuese menos corriente) iba a cruzar la calle, la gente la ayudaba; o cuando no había sitio en un autobús, alguien se levantaba. Ahora, no importa que sea una mujer embarazada, o una señora que necesita apoyarse en un bastón, o alguien con una pierna escayolada que usa muletas. Y esto es un ejemplo real. Durante aproximadamente un mes (no me acuerdo muy bien), tuve que acompañar a una compañera con el pie escayolado a la facultad, en urbano, con lo que se mueven. Salvo cuando al subir había algun asiento libre, las veces que alguien se levantó para cederle el asiento a mi compañera podrían contarse con los dedos de una mano. Casi un mes, dos veces al día. Echad cuentas. Es bastante indignante.

Pero claro, al tema de ayudar, por ejemplo, a un/a anciano/a, se unen dos problemas, aunque uno solo se da en algunos casos:

El primero, surge de la actual acritod que con mucha frecuencia siente la tercera edad para con la juventud. Es evidente que hay que respetar a la tercera edad, porque logros de la sociedad actual, como el voto femenino, o la democracia, han sido posibles gracias a ellos. Pero la visión que tienen ellos de la juventud actual, borrachos, vagos y sin nada que aportar a la sociedad, es una generalización errónea. Daría la impresión de que nosotros tengamos que respetarlos y, al mismo tiempo, soportar su desprecio. Por supuesto, al igual que no todos los ancianos miran a la juventud con desprecio, tampoco es que yo crea que todos nos desprecian. Pero cuando estás esperando a tu turno en una panadería, carnicería, etc., y aparece una señora mayor que se coloca sospechosamente a tu lado, y cuando te toca a ti y preguntan "quién es el siguiente" se mete directamente delante y se pone a pedir lo que quiere, sin siquiera dignarse a mirarte ni decirte nada, dan ganas de decirle que "si quiere que la juventud la respete, empiece a dar ejemplo". Porque si a mi me pregunta si puede pedir antes, salvo en las escasas ocasiones en que voy con prisa, no me molesta en absoluto. Pero que pregunte.
Este es uno de los problemas, que implica que en ocasiones, si por ejemplo quieres ayudar a una persona mayor a cruzar la calle, conteste con un seco "no necesito ayuda", indignada y enfadada, para más inri. Así, ¿quién se arriesga a ayudar? ¿intentar ayudar para quedar mal?

El segundo problema, el que no se da en todos los casos, sino que depende de cómo sea la persona que quiere ayudar y la persona a la que se quiere ayudar, es el hecho de que una persona mayor, cuando según qué joven se le acerca, puede pensar que va a intentar robarle. Es decir, que si te acercas a una ancianita con bastón para ayudarla a cruzar la calle, según como vayas vestido, por culpa de los prejuicios, es probable que piense que vas a intentar robarla. Esto es más bien culpa de la sociedad actual, en la que tanta gente mala hay que apenas puedes fiarte de nadie, y donde, si eres demasiado bueno, se te comen vivo: todos se aprovecharán de ti.

Parecería que en esta sociedad en que vivimos debamos ser un poco cabrones para no salir perjudicados.

Pero estos son solo unos ejemplos concretos de la falta de educación, ejemplos que incluyen gente de la tercera edad, o mujeres embarazadas, o personas que necesitan andar con muletas por algún problema en la pierna. Sin embargo, hay muchos más ejemplos de la actual falta de educación. Un claro ejemplo, que seguro que prácticamente todo el mundo ha vivido, son los niños, de entre 2 y 7 años aproximadamente, que cuando están en un lugar público, ya sea un supermercado, o un restaurante, o cualquier otro sitio similar, no hacen otra cosa que molestar, viéndose una gran variedad de respuestas por parte de los padres, desde la indiferencia de algunos (que haga lo que quiera, total, así molesta menos en casa), hasta la extrema irritación a la que llegan otros (gritos, e incluso tirones del brazo). No me parece mal que se tenga que aplicar mano dura con los niños, la sociedad exagera demasiado al respecto en la actualidad. Pero la educación se imparte en casa, no se espera a que haga algo mal en una tienda para decirle que eso está mal. Los modales hay que enseñarselos ya en casa. Esto puedes hacerlo, y esto no. Y si no hace caso, se le impone un castigo. Un castigo útil, y lo suficientemente severo para que el niño recuerde que no puede hacer eso que hizo. No son necesarios los castigos físicos, pero si el niño es demasiado rebelde, tampoco es que unos golpes en el culo vayan a matarle. Aunque claro, es peligroso, porque ahora, si ve algún tipo de "maltrato" el pediatra, y lo denuncia...lo mismo vas a la cárcel. Así, ¿cómo no va a haber adolescentes que lleven siempre una navaja consigo y se dediquen a hacer gamberradas a diario? Porque lo que es evidente es que un niño no se puede educar sin sus padres...claro está, salvo casos excepcionales.

Yo, obviamente, y aún, no soy padre, pero creo que no debe ser tan difícil. Al menos si los padres tienen claros los valores que tienen que inculcarle a sus hijos: generosidad (que comparta las cosas con sus amigos), amabilidad (que se ofrezca a ayudar a algo, aunque sea a hacer su cama con la ayuda de su madre, cuando pueda), humildad (que recuerde que no es ni más ni menos que nadie), etcétera. Esas cosas no se las van a enseñar en el colegio, ni se las van a enseñar terceras personas. Hay que pensar que un niño recien nacido es un folio en blanco, y la tinta que escribirá sobre él será el ejemplo de nuestras acciones (con "nuestras acciones" me refiero a las acciones de los padres).

Ahora bien, no solo jóvenes, niños y personas mayores tienen actualmente un exceso de falta de educación. Los adultos, las personas de entre 20 y 50 años, también. ¿Cuántas de las veces que entras a algún lugar detrás de otra persona, te mantienen la puerta abierta? Yo prácticamente siempre lo hago, pero tanto amigos como familiares me dicen a veces "¿para qué lo haces? suéltala y que abran ellos". Pero no solo mis amigos y familiares piensan así, porque a veces, mientras mantengo la puerta abierta para que pase la otra persona, ésta se queda quieta, mirándome, pensando "¿vas a entrar o te vas a quedar ahí parado?". Porque es tan raro que alguien lo haga, que cuando pasa, cuesta creerlo.

Esto son solo algunos ejemplos, que muestran la falta de educación que existe entre las personas de cualquier edad de nuestra sociedad. Pero estoy seguro que, con solo mirar a vuestro alrededor, veréis más ejemplos. En ocasiones son detalles, de los que uno piensa "bueno, eso no tiene importancia", aunque, aún siendo poca, sí la tiene; y en otras ocasiones, son cosas más graves, que muestran tanto la poca educación de algunas personas como su falta de respeto por los demás.

No digo que debamos convertirnos en robots, pero ya que nos llamamos "ser humano", deberíamos mejorar un poco eso que las empresas llaman "trato humano".

Y sé que generalizo muchas cosas en mi blog. Pero es que si no lo hago, no tengo apenas de qué hablar. Quien se de por aludido, que piense un poco en sus actos, y tal vez pueda mejorar su educación; y quien no, que mire a su alrededor, a su entorno cercano, y piense si no es cierto que nuestra sociedad está perdiendo la educación y las formas.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Sociedad - Ser pobre siendo rico.

En el mundo, la Tierra, el planeta azul, o como sea que llames a este, nuestro hogar, se puede clasificar al ser humano en función de muchas cosas diferentes: según su altura, según su físico, según su nivel de inteligencia, según su raza o lugar de procedencia, etcétera. Entre ellas, está la clasificación en función del poder adquisitivo o riqueza de la población. Normalmente, según esta, suele distinguirse entre primer mundo y tercer mundo (el segundo mundo ya prácticamente no se menciona: era el bloque comunista liderado por la URSS), aunque ahora también se utiliza el término cuarto mundo para referirse a países que se encuentran en un estado de pobreza aun estando en una zona del primer mundo.

Pero esta forma de diferenciar a la población según su riqueza no me parece para nada cierta. Pregunta a la gente que conoces ¿es justa la vida?, y, con seguridad, más de un 70% te dirá que no, que para nada. ¿Por qué tan poca gente cree que la vida es justa? Bueno, poca según se mire. Porque si estás leyendo esto, es que tienes Internet. Y si tienes Internet, es que eres alguien del primer mundo, seguramente. Por tanto tus conocidos, o casi todos, al menos llegan a fin de mes y hacen todas las comidas necesarias al día. ¿Y si preguntamos en el tercer mundo si la vida es justa? Ese porcentaje se dispararía, seguro. Pero retomando la pregunta anterior, ¿por qué tanta gente lo cree en un país más bien desarrollado como es España? Bueno, para empezar, una parte de ese porcentaje corresponderá, o eso espero, a gente que pese a estar en una muy buena situación económica -vamos, que son lo que denominamos ricos-, es consciente de que él es un afortunado y que es posible que no merezca la suerte que ha tenido para llegar a esa situación. Aunque de igual manera, habrá quien, estando en una mala situación económica, sienta que lo está por culpa únicamente suya, y que si alguien más está en su misma situación será porque no hizo lo suficiente para cambiarla., y que, por tanto, pensará que la vida sí es justa. Pero de estos habrá menos. El problema es que ese enorme porcentaje es debido principalmente, al menos en nuestro país, a las ganas de quejarse de la población. Porque hay gente que contestará que la vida no es justa, pero no lo hará porque haya gente muriéndose de hambre en África mientras que hay gente con varios coches y viviendas, no. Lo hará porque esa persona, con sus dos coches, dos ordenadores para sus dos hijos, cinco móviles en su familia de cuatro miembros, y la seguridad de que, aun pagando la hipoteca, toda la familia podrá hacer hasta 4 comidas al día, realmente cree que la vida no es justa y que su situación económica es mala. No es injusta porque haya gente que no tiene ni para comer una vez al día, no. Es injusta porque solo tienes dos coches, cinco móviles, dos ordenadores y una hipoteca. El porcentaje sería el mismo o más si la gente pensase un poco en quienes son pobres de verdad, pero al menos ese porcentaje sería debido a razones verdaderas.

En cualquier caso, ese no es el mayor problema. ¿Qué hay del pequeño porcentaje de gente que cree que la vida es justa? Bueno, descartando a quienes ya mencioné, el resto de ese porcentaje es gente que tiene mucho. Que tiene demasiado. Tener demasiado dinero no es algo malo en sí. Lo malo es en qué convierte ese excesivo e innecesario dinero a la gente: en lo que coloquialmente llamaríamos, un "capullo". Porque entiendo que, por ejemplo, Bill Gates no done a ONGs los aproximadamente 53 mil millones (53 000 000 000) de dólares norteamericanos ($) que tiene ahora, pero si un español puede vivir con mil (1 000) euros al mes, aun dejándole que se gaste al mes 5 mil (5 000) euros, o mejor dólares para no complicarme con el cambio, esos 53 mil millones le dan para vivir sin necesidad de más ingresos durante DIEZ MILLONES SEISCIENTOS MIL meses. Eso, traducido, son nada menos que más de OCHOCIENTOS MIL años. Todos sabemos que no va a vivir tanto. Y también sabemos que no se va a quedar con esa fortuna, ya que irá ganando más y más. Estoy convencido de que Bill Gates hace donaciones. Pero si tienes 53 mil millones de dólares, ¿por qué donas un millón en lugar de mil millones? Dudo que su bolsillo note la diferencia entre 53 mil y 52 mil millones de dólares. Por supuesto, no vamos a pedirle toda la responsabilidad al -ahora- segundo hombre más rico del mundo. Si alguien con 53 mil millones puede donar mil millones, alguien con 53 millones puede donar 530 mil, y alguien con cinco mil trescientos (5 300), quinientos treinta (530). 530 Euros parecen nada, pero en España hay más de 44 millones de personas. Teniendo en cuenta que tenemos desde gente muy pobre, tanto que tiene que mendigar, hasta personas que tienen 25 mil millones de dólares, como Amancio Ortega, creo que España podría donar una media por persona de 1000 euros al año, como poco -esta cifra la doy sin razonar demasiado, pero creo que incluso una familia española tipo no tendría muchos problemas en donar ella sola 1000 euros al año...son menos de 100 euros cada mes-. Entonces, mil euros al año, por los aproximadamente -otra cifra sin razonar ni buscar información al respecto- 20 millones de españoles que tendrán un trabajo, hacen nada menos que la friolera cantidad de 20 mil millones (20 000 000 000) de euros al año. Insisto en que creo que podría ser más -me cuesta creer que al año, entre toda la población española, solo podamos donar 20 veces más de lo que podría Bill Gates solo.

Pero al igual que no puede recaer toda la responsabilidad sobre la gente más rica del planeta, tampoco podemos exigírnosla a nosotros mismos. Es responsabilidad de todos. Aunque claro, si una persona que podría donar 1000 euros al año no lo hace, los países tercermundistas "solo" pierden 1000 euros. Ahora bien, si un futbolista que gana muchos millones de euros al año, que gana en una hora lo que un trabajador, con el sudor de su frente, gana cada mes, no dona en un año todo lo que podría donar sin perjudicar a su vida diaria, el tercer mundo, o incluso personas en la extrema pobreza que viven en nuestro país, en nuestra ciudad, en nuestro barrio, se quedarán sin varios millones que podrían, desde permitirles tener un colegio, hasta salvarles la vida por medicinas que necesitan y no pueden costearse.

Tal vez esta gente extremadamente millonaria, que, en muchos casos, se ve que tiene más de lo que merece con solo ver en qué malgasta el dinero, pueda permitirse tener cosas que yo no puedo ni soñar. Pero, sinceramente, prefiero tener corazón, tener sentimientos, ser considerado, humilde y generoso, a convertirme en alguien que, no necesitándolo, no solo no viaja en clase turista cuando tiene que coger un avión, si no que además se compra un jet privado y paga a un piloto para que le lleve exclusivamente a él.

Y por favor, si a alguien de los que me leen le toca alguna vez la lotería, no os convirtáis en un "capullo" más. Hay suficientes. Si ahora mismo, con el dinero que tenéis, tenéis comida, ropa y salud, es porque tenéis tanto como necesitáis. Daros un capricho, sí, es lógico. Pero recordad que hay gente en el mundo para la que darse un capricho significa beber unas gotas de agua...

sábado, 20 de marzo de 2010

Cultura - Religión.

Voy a permitirme citar una entrada de mi segundo blog, estrepitósamente fracasado y ahora ya borrado (tras guardar las entradas importantes que en él había):



Lunes 19 de enero de 2009
La religión: introducción
Definir la religión es algo complicado. No obstante, dar una definición de la misma es un tanto absurdo, en tanto que la palabra religión no es una palabra, valga la redundancia. La religión es la forma sagrada de los sucesos inexplicables y de los hechos extraordinarios que da el ser humano. Es la manera en la que el ser humano se protege de aquello a lo que más teme (la muerte) y se acerca a aquello que, desde hace siglos, antes incluso de que los conquistadores buscasen en américa la fuente de la juventud, el hombre añora más que cualquier otra cosa (la vida eterna).

Si bien cada religión es un mundo, todas ellas se asientan en las mismas bases, salvo por pequeñas diferencias, como el hecho de que unas sean monoteistas y otras politeistas. Y al igual que cada religión es un mundo, cada creyente es diferente. Aún en una misma religión. Por ejemplo, en la religión que todos más conocemos: el cristianismo. Podemos encontrarnos tanto con creyentes que cada día sin falta van a la Iglesia, se confiesan periódicamente y siguen los mandamientos a rajatabla, como a aquellos creyentes que van a misa de vez en cuando a la Iglesia, apenas se confiesan, y los mandamientos los toman como simples normas de conveniencia, pero no de obligatoriedad. Por supuesto también están aquellos que aseguran rezar en casa y que no necesitan ir a la Iglesia. Todos ellos son creyentes cristianos, pero todos ellos siguen su religión de forma distinta, tienen la Fé en menor o mayor grado. Y esto pasa también en todas las religiones: si todos los islamistas se inmolasen por su religión, ya no habría islamistas, pero no lo hacen todos, solo los de mayor Fé (paradójicamente).

¿Cómo podría definirse la religión? Sería fácil dar una definición, pero solo si esta fuese larga. Para una definición corta ya hay que hacer trabajar más al cerebro...¿tal vez sirve esta?
"Religión es aquel conjunto de hechos difícilmente explicables y de miedos absolutos que el ser humano siente o ve, y la usa para protegerse de ello."



Ha llovido mucho desde esa entrada -ha llovido mucho esta misma noche, de hecho-. Ahora quiero dar un punto de vista algo más subjetivo, aunque no me agrade demasiado ser subjetivo.

Hablar de religión desde un punto de vista subjetivo para un ateo supone casi inevitablemente caer en insultos y desprecios. Pero no lo haré así. No creo que mi tercer blog vaya a tener mejores resultados que los dos anteriores si empiezo faltando al respeto a más de la mitad de los posibles lectores del mismo.

He de decir, para empezar, que no tengo nada en contra de ningún creyente de ninguna religión. Todos me parecen igualmente respetables, siempre y cuando ese creyente respete mi decisión de no creer en dios alguno.
¿Y por qué no creo en dios alguno?
Podría decir que, sencillamente, la existencia de un dios me parece estar fuera de toda lógica. Y yo trato de buscar la lógica de todo -aún busco la lógica de mi existencia. La encontraré-. Pero eso sería poco más que decir que "no creo en dios porque no creo en dios".

Así pues, ¿por qué razones de peso no creo en ningún dios? Para empezar, en lo que no creo es en ningún dios...conocido. Es decir, que no creo en los dioses de los que han hablado alguna vez alguna religión, sociedad o mitología. Esto quiere decir que sí podría creer en algún dios, pero que éste no sería ninguno de los que menciona ninguna religión. También quiere decir que podría ser budista. Y la razón por la que no creo en ningún dios, llamémosle, existente, es, bajo mi punto de vista, bastante simple: las religiones mienten.

Desde la mitología griega y romana hasta el catolicismo y demás vertientes del cristianismo, los dioses no han sido entes superiores que vigilan, orientan y en ocasiones incluso controlan nuestros actos; los dioses han sido meras metáforas, tanto para explicar lo inexplicable como para sentirnos protegidos, amparados, a salvo de los males del mundo. Así, los dioses de religiones politeistas son tratados como entes a la cabeza de una materia específica, cubriendo de este modo cada uno un campo concreto para, en su totalidad, abarcar todos los miedos, amenazas e inseguridades del hombre; mientras que el dios de las distintas religiones monoteistas utilizan un único dios, pero todopoderoso, que cubre por sí solo lo mismo que el conjunto de dioses de las religiones politeistas.

Y dado que los dioses son metáforas, y no entes verdaderos, de algún sitio tuvieron que salir, ¿verdad? Quiero decir, que no pudieron inventarlos de la nada. Pues bien, en religiones antiguas como la griega y la romana, es bien sabido que sus dioses eran en gran parte referencias astronómicas, de constelaciones o simplemente sucesos espaciales. Esto se entiende mejor poniendo como ejemplo el dios griego Helios, personificación -o más bien, "diosificación" o "divinización"- del sol, quien tenía dos hermanas: Selene, la luna; y Eos, la aurora. En cuanto a constelaciones, no hay más que fijarse en los signos del zodiaco -que son eso, constelaciones-, e investigar el por qué de sus nombres: hechos de la mitología griega, representaciones de dioses griegos, etc.

Hablo en casi todo momento de la mitología griega como ejemplo de politeista porque es la que, dentro de mi ignorancia, menos ignoro de todas.

Y las religiones monoteistas son iguales. El dios único de las religiones monoteistas es un batiburrillo del conjunto de dioses de las politeistas. Al igual que hablo de la mitología griega como ejemplo de politeismo, he de hablar del cristianismo, el catolicismo concretamente, como ejemplo de monoteismo.

Y es que no mucha gente conoce estos datos, bien porque nunca los ha visto, bien porque nadie se lo ha contado, o bien porque prefiere no conocerlos y seguir bajo la protección de su Dios (cuando escriba la palabra dios con mayúscula me referiré obviamente al dios cristiano, que es el único que tiene que escribirse de ese modo). Pero, por ejemplo, en cuanto al nacimiento de Jesús...

A lo largo del año, los días se van haciendo más cortos cuando llega el invierno (en el hemisferio norte, cuando se acerca diciembre). Mientras esto sucede, el sol va apareciendo por la derecha en el horizonte, y poniéndose por la izquierda, cada vez más bajo, es decir, aparece menos distancia desde el suelo del horizonte hasta el sol día a día. Pero entonces, a partir del día...25 concretamente, si no recuerdo mal, el sol comienza a subir día a día, lo que metafóricamente, podría explicarse como "la victoria del sol sobre la luna", o "de la luz sobre la oscuridad". Haciendo una metáfora de esta metáfora, podría incluso decirse que es "el renacer del sol", o "el nacimiento del sol". No hace falta buscar mucho para descubrir que Jesucristo, como otros mesías de otras religiones, tanto monoteistas como politeistas, cuyo nacimiento se ha fijado también en esta fecha en la que "la luz derrota a la oscuridad", son llamados en ocasiones como el rey Sol, o la luz divina, o cualquier otro nombre que metafóricamente implique cualquier relación con el sol o la luz. Es decir, que su ficticio y metafórico nacimiento fue colocado ese día porque es el día en el que la luz viene a la Tierra a librarnos de la penumbra, a librarnos del "mal" -sobra decir que el mal siempre ha sido asociado a la oscuridad, y el bien, a la luz.

Pero aquí no terminan las metáforas. Durante esos días, desde ya noviembre, e incluso octubre, puede verse en el cielo una formación de tres estrellas, denominadas los tres reyes, y una cuarta delante de ellas, que, a medida que "la victoria del sol" se acerca, apunta hacia el sol, hacia "el nacimiento del sol". Es decir, que haciendo otra metáfora, "una estrella guía a tres reyes hacia el nacimiento del sol". ¿Familiar?

Pues esto no solo describe el nacimiento de Jesucristo y sus reyes visitándole, sino que, además, hay una gran cantidad de mitos en diversas religiones que describen lo mismo para diferentes mesías. Incluso en la mitología egipcia, griega y romana. También en la mitología nórdica, creo recordar.

Como este, hay muchos otros mitos que se describen de idéntica forma en diferentes religiones y mitologías. Incluyendo el diluvio universal de la religión cristiana, e incluso la traición de Judas. Se repiten una y otra vez en distintas religiones o mitologías, y muchas de ellas eran anteriores al año 0 de nuestro calendario, es decir, al nacimiento de nuestro mesías, con todo lo que eso implica: que lo que describe la Biblia del cristianismo sobre la vida de Jesús, pudo pasar o no, pero de haber pasado, fue mucho antes de lo que la Biblia cuenta.

Estos datos, aunque poco conocidos, puedes encontrarlos tanto en internet, si buscas lo suficiente (no los vais a encontrar en la Wikipedia, por ejemplo, ya que deben respetarse las creencias de los demás y con estos datos sería como decirles directamente a los cristianos que creen en algo falso), como en algún documental, recomendando personalmente "Zeitgeist", aunque tal vez sea un poco drástico.

Por esto y por bastantes razones más, yo soy ateo, y lo seguiré siendo, al menos, en lo referente a las religiones teistas actuales -existen religiones no teistas, es decir, en las cuales no se reconoce la existencia de dios alguno, como el budismo, en las que no me cuesta ni me costaría tanto creer, ya que se basan más que nada en normas de conducta que resultan incluso obvias que deberíamos seguir.

Espero no ofender a nadie con este punto de vista subjetivo y personal de la religión. En algún otro momento, tal vez hable un poco más del cristianismo desde un punto de vista objetivo, ya que, ateo o no, el cristianismo sigue siendo una parte de nuestra sociedad. Aunque también tengo ganas de escribir sobre el budismo. Bueno, ya veré qué trato primero.

Espero que hayáis disfrutado leyéndome, y espero que este tercer blog no fracase, lo empiezo con muchas ganas. Si os gusta, comentad si tenéis alguna opinión que darme. Y si os gusta mucho y tenéis un blog, haceros seguidores de mi blog, y yo me haré del vuestro me interese o no, como agradecimiento, e incluso intentaré difundirlo.

Muchas gracias, y hasta pronto.

No hunger

La desnutrición es un problema global que acaba con la vida de cientos de miles de personas.

No digo que una entrada en un blog vaya a cambiar el mundo.

No vamos a acabar con el hambre, ni con la pobreza. Ni en el mundo, ni tan siquiera en nuestro país.

No haremos que los gobiernos del mundo cambien para solidarizarse con la causa. Tal vez ni tan siquiera hagamos que Al Gore realice la película.

A lo mejor no logramos "nada", salvo una cosa.

Concienciarnos de que el mundo no es lo que vemos cada día en nuestra casa, ni en la calle. Que en el mundo hay problemas, muy graves. Pero que hasta el más grave de estos problemas tiene solución, si cambiamos.

Es cierto que una persona no puede cambiar el mundo. Ni un grupo. Ni tan siquiera un país puede cambiarlo. Pero si nos concienciamos del problema, y colaboramos, al menos podremos vivir intentando formar un mundo una milésima parte mejor que el que tenemos ahora.

Por nuestros hijos, y por los hijos de nuestros hijos. Por todas las generaciones venideras. Nosotros no tenemos la culpa de los errores de nuestros antepasados. Pero nuestros descendientes tampoco.

Y si el problema no cambia, y el mundo tampoco, al menos espero que tú, cuando te veas en el futuro con un sueldo 'x' y pienses destinar una parte a un lujo, entretenido, pero innecesario para vivir, pienses un momento en esa gente que no tiene un lujo en el que gastar un sueldo -tal vez porque ni tan siquiera tenga un sueldo- porque apenas puede cubrir su necesidad más vital.