sábado, 19 de junio de 2010

Religión - Discusión

Hoy he leído algo en cierto lugar y he querido responder a quien lo escribió. Como me llevó tiempo y me parece que está bien respondido, he decidido ponerlo en el blog.

Si esa persona responde a lo que yo escribí, copiaré su respuesta en el blog, en esta entrada, en un comentario. Mientras tanto...cito lo que leí de dicha persona, y a continuación, va mi respuesta:


Corintios 6:13 b dice: "Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo."

¿Sabías tú que en la Biblia a las relaciones sexuales antes del matrimonio se les llama ‘fornicación’? Ese es el nombre correcto. El mundo no le llama fornicación, porque el mundo quiere presentar esa relación como inocua, atractiva y placentera, y como que no deja ninguna secuela, ni produce ningún problema; es solamente una ‘interesante relación’, ‘un buen momento’, etc. Pero es una fornicación.

Si hacemos un seguimiento en el Nuevo Testamento de los fornicarios, encontramos hasta en Apocalipsis que éstos son excluidos de todas las bendiciones que vienen. No se puede concebir que un hijo de Dios sea un fornicario. Si alguno cae en fornicación, por supuesto, que tiene oportunidad para el arrepentimiento, pero sin duda que van a quedar secuelas: en su alma, en su corazón, en la otra persona. Las secuelas pueden se variadas, y tal vez la más terrible de todas, en lo que afecta a una tercera persona, sea un hijo.

Dice: "El cuerpo no es para la fornicación". Pablo le habla aquí a los corintios, a los hijos de Dios. Este no es un mensaje para el mundo, sino para los hijos de Dios: "El cuerpo no es para la fornicación (y se refiere a este cuerpo), sino para el Señor y el Señor para el cuerpo". Luego dice, en los versículos 18 y 19: "Huid de la fornicación, cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo, mas el que fornica contra su propio cuerpo peca. ¿O ignoráis que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios y que no sois vuestros?".

El mayor pecado: el pecado contra el cuerpo

Leamos también el 16 y el 20: "¿ O no sabéis que el que se une con una ramera es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne ... Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios" .

Aquí se habla de que hay que huir de la fornicación, (después vamos a ver que ante estas cosas tú puedes huir o no huir). Lo que aquí se dice es que hay que huir, ¿y uno huye delante de qué? ¡Uno huye delante de un peligro! Yo creo que no es necesario decirte que huyas cuando ves a un león, ¡lo haces espontáneamente! Pero de este otro asunto probablemente tú no huyas espontáneamente, al contrario, te vas a sentir atraído, y por eso la Escritura dice: "Huid de la fornicación". Así como en otro lugar de las Escrituras dice: "Huye de las pasiones juveniles" (2ª Tim2:22).

Aquí se dice algo que es privativo de la fornicación, que lo diferencia de cualquier otro pecado. ¿Qué es eso? ¿Y cuál es la gravedad de este pecado por sobre otros? Es que el que fornica, peca contra su propio cuerpo, en cambio los otros pecados están fuera del cuerpo.

Vamos a explicar. Ustedes saben que en la cópula sexual entre un hombre y una mujer se produce la unión de ambos. Fíjate que la Escritura dice que en el matrimonio ambos serán una sola carne. Perfecto. Tú podrás decir: "Claro, en el momento en que se unen sexualmente un marido y su esposa, ellos son una sola carne." ¡Perfecto! ¡Eso es perfecto, es maravilloso, está dentro de lo normal, de lo legítimo! Pero mira cuán espantoso es que aquí se diga que "el que se une con una ramera es un cuerpo con ella", y se cumple la palabra que dice "los dos serán una sola carne", o sea, significa eso que no sólo puede ser una sola carne un matrimonio legítimamente constituido, sino también un hombre y una mujer solteros que fornican. ¡Mira qué terrible es eso! Lo que en el matrimonio es una bendición, en la fornicación es una maldición.

De manera que si tú eres un hijo de Dios, tú vienes a ser uno con una mujer o con un hombre que no es tu marido o tu esposa, y todos los pecados, toda la condenación y todas las frustraciones y toda una posible legión de demonios que eventualmente tenga esa otra persona se traspasarán a ti, porque eres uno con ella (o con él). ¿Entiendes? Del momento que se produce la fusión –obvio– todo lo de uno pasa a ser del otro. ¿Te das cuenta? Por eso que es un pecado grave el que se produzca la unión del cuerpo de un varón creyente con una ramera, o viceversa.

Luego dice: " ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo?". El cuerpo del Señor Jesús fue, en sus días, el templo perfecto para el Espíritu Santo. Hoy día el templo del Espíritu Santo es tu cuerpo. Qué tremendo es eso: el Espíritu Santo habita dentro de ti y dentro de mí.

Cuidando el vaso

Vamos a ver ahora 1ª Tesalonicenses 4:3-4: " Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación, que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor". La Versión Moderna dice: "Que cada uno de vosotros sepa señorearse de su propio cuerpo en santificación y honra" . Noten ustedes que acá se dice "cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor", y en la otra versión dice "cada uno se enseñoree de su propio cuerpo en santidad y honor". ¿Por qué aquí dice "su esposa" y allí "su cuerpo"? En el original griego la palabra que se usa allí es "vaso". Dice : "Cada uno tenga su propio vaso en santidad y honor", entonces, los traductores han pensado de la siguiente manera: como en 1ª de Pedro se dice que la mujer es un vaso más frágil, ellos han dado por supuesto que aquí debe traducirse "esposa". Pero ahí en realidad dice "vaso", y el "vaso" a la luz de 2ª de Corintios y de muchos otros pasajes, incluido Timoteo también, es el "cuerpo", es nuestro cuerpo, nuestro cuerpo es un vaso que contiene un tesoro, un tesoro en vasos de barro, este es el vaso de barro: el cuerpo, tomado de la tierra.

¿Qué es lo que significa "cada uno sepa señorearse de su cuerpo"? Significa que tú puedes tener dominio sobre tu cuerpo. Ése es el punto. De ti depende, amado, si tú lo entregas a la fornicación o no. Tú tienes poder para señorearte sobre tu cuerpo. Esto es "en Cristo". Se está hablando a creyentes. ¡Cristo en nosotros!

El triste saldo de la fornicación

Vamos ahora a Proverbios 5:1-6: "Hijo mío, está atento a mi sabiduría, y a mi inteligencia inclina tu oído, para que guardes consejo, y tus labios conserven la ciencia. Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, y su paladar es más blando que el aceite; mas su fin es amargo como el ajenjo, agudo como espada de dos filos. Sus pies descienden a la muerte; sus pasos conducen al Seol. Sus caminos son inestables, no los conocerás, si no considerares el camino de la vida."

Por favor, hagamos el contraste aquí entre "antes" y "después" del acto sexual, de esta fornicación. "Antes", los labios de la mujer destilan miel y su paladar es más blando que el aceite. Pero "después de" la miel se transforma en ajenjo, y el paladar blando como el aceite, en una espada con dos filos; ¿su fin?, la muerte, el Seol. Todo eso, por 30 segundos de placer de la carne. O un minuto. Y eso es todo. La miel en ajenjo. El paladar suave y blando, en una espada de dos filos. Es así, exactamente.

Consérvate puro

Para terminar esta parte, veamos 1ª de Timoteo 5:22. Sabemos que Timoteo era un joven. Y Pablo le escribe esta carta aconsejando al siervo joven. Vamos a leer la última frase que aparece al final del versículo 22 : "Consérvate puro". Luego en 2ª de Timoteo 2:22, dice: "Huye también de las pasiones juveniles". Aquí está de nuevo el "Huye". Hay un peligro allí: las pasiones juveniles. También se puede traducir "pasiones juveniles" como "deseos desordenados". Este es el amor pasional del que hablábamos antes.

Timoteo también estaba expuesto, también tenía oportunidad de sentir aquello, también surgía en su corazón ese deseo, pero Pablo le dice "Huye de aquello".

¿Cómo conservarse puro?. Vamos a leer el Salmo 119:9-11: "¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. Con todo mi corazón te he buscado; no me dejes desviarme de tus mandamientos. En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti". Lo primero, amado hermano joven, es tener la palabra del Señor en el corazón, tenerla cerca, leerla, llenarse de la palabra.

Vamos a poner un ejemplo: esta cuestión es absolutamente proporcional. Cuando tu espíritu, el espíritu que de Dios tienes, está fuerte, bien alimentado y vigoroso, entonces el alma (y el cuerpo) es dócil, es como un siervo obediente y tú la puedes manejar, la puedes controlar. Pero, al revés, cuando el espíritu está debilitado, el alma (y el cuerpo) manda y se convierte en un amo terrible que no acepta ser desobedecido. Como ves, esto es inversamente proporcional. El espíritu está fuerte; el alma es sumisa; el espíritu está débil, el alma es un amo terrible.

La palabra de Dios es lo que fortalece y alimenta tu espíritu, es el maná que tú necesitas comer cada día. El alimento físico lo necesitas por lo menos tres veces al día para estar bien, ¿y no le darás a tu espíritu por lo menos una comida al día? Si no se lo das, por favor, no digas después: "Oh, hermano, es que no pude resistir, es que no tuve fuerzas, es que ando mal, ando decaído, ando bajoneado". Pero, hermano joven, ¡no le has dado alimento a tu espíritu hace meses! ¿Cómo quieres que esté vigoroso, cómo quieres que se enseñoree del alma y del cuerpo? La palabra, hermano, es el maná, es Cristo mismo que nos es impartido a nosotros.

Evitar malas compañías

Veamos ahora algo más sobre esto. El versículo 63 de este mismo capítulo 119: "Compañero soy yo de todos los que te temen, y guardan tus mandamientos". Te pregunto directamente: ¿De quién eres compañero? ¿De los que temen al Señor, de los que guardan sus mandamientos? Mira, si tú eres compañero de los que no temen al Señor y no guardan su palabra, entonces, estás en peligro.

Hay una pregunta que se hace un profeta en el Antiguo Testamento: "¿Caminarán dos juntos si no estuvieren de acuerdo?" No. Claro que no. De tal manera que si tú caminas junto a uno que no conoce a Dios y que está lleno de pasiones, significa que tú estás de acuerdo con él. Es necesario estar de acuerdo, y estar juntos, y caminar, y ser compañero de los que temen al Señor y de los que guardan su palabra.

No jugar con fuego

Proverbios 6:27-28. Estos dos versículos son sumamente aclaradores: "¿Tomará el hombre fuego en su seno sin que sus vestidos ardan, andará el hombre sobre brasas sin que sus pies se quemen?". Las respuestas son obvias, están incluidas en la pregunta. La respuesta es ¡no!. Si tú tomas fuego aquí, sobre tu pecho, te vas a quemar. Si tú caminas sobre brasas, también te vas a quemar. Entonces, el punto es este: si tú coqueteas con el sexo, no te quejes después que te dio un zarpazo; si tú caminas sobre brasas, no te quejes después de que te quemaste los pies. Fíjate, es imposible escapar si tú consientes en ir allí en vez de huir.

Un ejemplo de cómo escapar

Veamos ahora a Génesis 39. Este pasaje es de una enseñanza preciosa. Es la historia de José y de una mujer casada. José es un siervo de Dios, joven y atractivo. El es esclavo de una persona importante en Egipto, su amo lo admira, le tiene mucho aprecio, y le tiene tanta confianza que le pone como administrador de su casa, a cargo de criados, de esclavos y de todos sus bienes. Y sucede que la esposa de este hombre se enamora de José, con ese amor pasional, con ese amor que surge con el ímpetu de una llama.

Dice en los versos 7 al 9: "Aconteció después de esto que la mujer de su amo puso sus ojos en José, y dijo: Duerme conmigo (seguramente buscó el momento apropiado, estaban los dos solos en al casa, el amo afuera atendiendo sus asuntos, los criados alejados astutamente por la mujer: todo estaba ordenado). Y él no quiso, y dijo a la mujer de su amo: He aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene. No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?.

Hablando ella a José cada día y no escuchándola él para acostarse al lado de ella, para estar con ella (para tener una relación sexual con ella), aconteció que entró él un día en casa para hacer su oficio y no había nadie de los de casa allí. Y ella lo asió por su ropa (lo cogió con violencia), diciendo: Duerme conmigo. (No solamente las palabras; ahora había acción allí). Entonces él dejó su ropa en las manos de ella, y huyó y salió. Cuando vio ella que le había dejado su ropa en sus manos, y había huido fuera, llamó a los de casa, y les habló diciendo: Mirad, nos ha traído un hebreo para que hiciese burla de nosotros. Vino él a mí para dormir conmigo, y yo di grandes voces; y viendo que yo alzaba la voz y gritaba, dejó junto a mí su ropa, y huyó y salió".

Y después, cuando llegó su marido, le contó la misma historia: "Aquí está la ropa, él huyó. Me quiso violar". José fue encarcelado por eso, injustamente, y nosotros sabemos que después, estando él en la cárcel, Dios vio la justicia, la santidad y la pureza de José, y lo honró en la cárcel, lo sacó de allí, y lo hizo gobernador de Egipto.

La clave de la victoria

¿Cuál fue la clave de cómo y de por qué José escapó de esta tentación tan grande? La clave está al final del versículo 9, donde José concluye sus palabras a la mujer: "¿Cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?".

Mira esto: José no temía pecar contra su amo, tanto como pecar contra Dios. En ese momento no estaba el amo allí, por lo tanto, podía haber realizado el acto sexual sin que nadie se diera cuenta; pero ¿acaso Dios no sabía y lo veía todo? La salvación de José, la clave de su victoria fue que él tenía temor de Dios. Mira, amado joven, si tú no tienes temor de Dios, en vez de huir, vas a quedarte allí. En el fondo, en lo que a nosotros respecta, es el temor de Dios el que nos libra, porque nosotros queremos agradar a Dios. Pero hay algo más.

El Señor libra a los piadosos

Vamos a ver 2ª de Pedro 2:9. Este versículo tiene una frase tan preciosa que para ti va a ser de un tremendo aliento y de una tremenda fortaleza. Nos vamos a apropiar de este versículo y lo vamos a creer para escapar de toda tentación, de toda fornicación.

Dice el versículo 9: "Sabe el Señor librar de tentación a los piadosos". Mira, aquí hay un hecho de Dios: El Señor libra de tentación a los piadosos. Pero esto es también una promesa para ti y para mí. Sin embargo, estas palabras también implican –aunque no lo dice– que el Señor no libra de tentación a los que no son piadosos. ¿Por qué cayó el cristiano tal o la cristiana tal en fornicación o en adulterio? Porque su corazón no era piadoso; porque si lo hubiese sido, podemos tener la absoluta seguridad de que Dios le hubiera librado.

¿Cómo lo hace el Señor? Veamos un ejemplo. Tú estás en una situación en la que adviertes que comienza a presentarse el ambiente adecuado para llegar a una relación ilícita. Tú comienzas a ceder; pero en tu corazón tú amas al Señor y has tenido una oración permanente delante de Él. Entonces, de pronto, cuando el peligro se hace mayor, algo ocurre: una interrupción inesperada, un hecho aparentemente fortuito que da al traste con el clima de la seducción. ¡El Señor te ha librado! Entonces, tú puedes escapar, ¡no has perdido nada! ¡Dios se interpuso! Hermano, si tú amas al Señor, si lo amas de verdad, el Señor te va a librar.





Comencemos diciendo que, según lo dicho aquí arriba, no somos responsables ni tenemos derecho de controlar nuestro cuerpo. Dios nos da libertad, pero nuestro cuerpo es suyo, y no nuestro. Curioso, ¿no?

Pero bueno, dejemos eso a un lado.
¿Por qué ha de ser con una "ramera" la "fornicación"? Quiero decir, fornicar sí que significa tener relaciones con una "ramera". Pero, ¿por qué esas relaciones extramatrimoniales han de ser con una ramera? ¿Acaso si una persona mantiene una relación, seria, decente, leal y fiel durante años, y digo años refiriéndome a, no se, 5, 10, si un día mantiene relaciones con esa pareja suya, estaría realmente "fornicando" y no simplemente "manteniendo relaciones" o "haciendo el amor"? Otra cosa es si hablamos de la gente que sale una noche y, entonces sí, fornica con otra persona. Pero son cosas totalmente diferentes, en una existen sentimientos, existe amor...¿y aún así es fornicación?

Claro que es horrible decir "soy un solo cuerpo con una ramera, somos la misma carne, somos uno". Obvio. Es demagogia. Al igual que al inicio dices que no se le llama "fornicación" para que no suene terrible, tú estás tratando de hacerlo sonar lo peor posible. Si dices "fornicando, tú y una ramera sereis un solo ser", claro que suena terrible. Ahora, si como dije antes, dices "si haces el amor con tu pareja, con la cual pese a no haberte casado llevas teniendo una relación 10 años de fidelidad, de cariño, de ningún engaño, te harás uno con ella", el sentido cambia, ¿verdad? Y sin embargo es lo mismo, solo que tú quieres tratar de "ramera" a las parejas de los hombres que llevan con la misma pareja manteniendo una relación de amor puro durante años. Y eso no está bien, pero que nada bien.

Sí, de mí dependerá lo que haga con mi cuerpo, pero diciéndo antes que mi cuerpo es de Dios, no cabe mucho esa posibilidad...es un poco contradictorio. ¿Y que se está hablando a creyentes? No creo que ni Cristo, ni Dios, quisieran discriminar a nadie, decir "voy a dirigirme a los creyentes, voy a ignorar a quienes ya están condenados". No es así la doctrina cristiana. Se supone que todos pueden salvarse, aunque sea tarde, y que por todos mira, vela y se preocupa Dios.

30 segundos, o un minuto. Salta a la vista que no has probado esos placeres terrenales. Obviamente puede que dure eso si, como ya he dicho y sigo insistiendo, hablamos de un, llamado, "rollo de una noche". Pero eso es un caso aparte, porque no es solo mal visto por la religión, sino también por la sociedad. Vuelvo a mi ejemplo persistente: ¿Es amargo, e hiriente como una espada, echarse al lado de la persona amada tras haberle probado ese amor durante 20, 30, o más minutos? Porque esa prueba de amor no se limita al mero acto, a lo que llamas "fornicación", si no a otro sin fín de cosas que la cristiandad también castiga y trata de hacer indignas: besos, caricias...¿Y es amargo dormir al lado de la persona a la que has demostrado tu amor una vez más, tras tantos años en una relación de puro e intenso amor? ¿Es amargo? ¿Cortante? ¿Es pecado amar?

En cuanto al espíritu, he de decir: un hombre empobrecido, hambriento y desoladoramente solo, por las circunstancias de la vida, ¿tiene el espíritu fuerte? Creo que coincidirás, y coincidirá cualquier otra persona conmigo, en que no. Siendo así, ¿es de suponer que ese hombre es más propenso a caer en el "pecado de la carne" que una persona bien posicionada económica y sentimentalmente? Pues resulta que suele ser esa gente "sin espíritu" la que más bondad contiene, ergo esa parte del texto carece un poco de sentido.

Respecto a lo siguiente, pareces estar diciendo literalmente que "el Señor dará la espalda a quienes difieran de su opinión", al decir que no caminarán juntas dos personas en discordancia, y al decir que es necesario caminar con personas ajenas a las pasiones. Insisto en que no es doctrina del cristianismo que Dios deje a ningún grupo de lado, ya sean ateos o creyentes de otra religión. El cristianismo muestra a Dios como aquel que siempre tiene una puerta abierta para tí, aunque seas tú quien deba decidir si cruzarla o no.
¿Cómo es eso de que hay que temer a Dios? ¿Debemos temer a quien, se supone, nos ama y debemos amar? No creo posible que una persona ama y tema a algo al mismo tiempo. Eso, desgraciadamente, es como decir que esos maltratadores que pegan a sus mujeres no cometen pecado, porque solo están haciendo que sus mujeres los amen y los teman, como Dios hace con nosotros (ojo que no soy yo quien digo que Dios hace que le temamos, ni que quiere hacerlo. Lo dices tú en ese párrafo).

Dicen de Gandhi que durante no recuerdo cuántos años, todas las noches se acostaba con una mujer, joven y bella, desnuda, para probar su control sobre la lujuria. Sé que Gandhi era indú, pero me parecería ridículo si por ese hecho tuvieses que responderme que no era buena persona, que no era un santo. Obviamente es más fácil huir del pecado si huyes de lo que te tienta a cometerlo...pero ¿acaso Cristo no fué tentado en el desierto? ¿acaso el cristianismo nos dice que debemos escoger el camino que nos es más sencillo para ir al cielo? Si nos es imposible escapar cuando recibimos una tentación, es que no merecemos ser capaces de escapar, porque somos débiles.

Bueno, es el problema de seguir las escrituras al pie de la letra...hoy en día, ¿habría alguien que haría eso, que huiría así? ¿Tanto le intimidó esa mujer que hubo de rasgar sus ropas, porque me imagino que tuvieron que rasgarse, para salir huyendo, desnudo? ¿Por qué no, sencillamente, la apartó, la hizo soltar sus ropas y le negó esa oferta? Se supone que las escrituras deben enseñarnos cómo hacer el bien, pero no quiere decir que lo que se hacía milenios atrás deba hacerse ahora. Los tiempos cambian, aunque la Iglesia no quiera hacerlo.

"En ese momento no estaba el amo allí, por lo tanto, podía haber realizado el acto sexual sin que nadie se diera cuenta; pero ¿acaso Dios no sabía y lo veía todo? La salvación de José, la clave de su victoria fue que él tenía temor de Dios.". Es decir, que no cometió el acto solo porque sabía que tendría su castigo, y no porque supiese distinguir entre lo que está bien y lo que está mal, moralmente hablando. ¿Es eso acaso bueno? Y, ¿esa fue la clave? En lugar de no hacerlo por amor a Dios, no lo hizo por temor al mismo. ¿Eso es fé, o miedo a las consecuencias de los actos?

¿Perdón? ¿Quieres decir que cuando un cristiano comete un pecado, Dios no tratará de evitar que vuelva a pecar? Insisto: ¿no se supone que el cristianismo habla de un Dios siempre dispuesto a perdonar y a abrir su corazón? Juan Pablo II perdonó a quien trató de asesinarlo, ¿y no lo ha hecho Dios?

Sé que el antiguo testamento describe a un Dios castigador, pero de ahí a que digamos que no concede segundas oportunidades, cuando una de las bases del cristianismo es que, cuando existe arrepentimiento, una persona tiene tantas oportunidades como necesite...además y por lo que tengo entendido, Dios precisamente trata de ayudar a quienes más lo necesitan, y deja "volar más libremente" a quienes son capaces de guiarse solos. Pero tú dices que "¿Por qué cayó el cristiano tal o la cristiana tal en fornicación o en adulterio? Porque su corazón no era piadoso; porque si lo hubiese sido, podemos tener la absoluta seguridad de que Dios le hubiera librado.". En fín, muy contradictorio.

Y con el último párrafo creo que vienes a insinuar que cuando una persona consigue escapar de la tentación, es gracias al Señor, mientras que cuando cae en ella, es por su gran y terrible culpa. Pobre del ser humano, que debe cargar con todos los males que comete y ni un solo buen acto se le otorga como legítimo.

Solo quiero añadir ya, que espero que no elimines mis comentarios por ir contra tu creencia y tu opinión. Al fin y al cabo, esta es mi opinión, y pese a ser opuesta a la tuya he sido respetuoso y amable. Es más, incluso espero una respuesta por tu parte.
Nada más que decir que, aunque resulta evidente, yo soy ateo, y considero que cuando hay amor de por medio, una relación sexual fuera del matrimonio es perfectamente lícita, y debiera serlo tanto para la sociedad, como para Dios y la religión.

Pd: curioso, más aún siendo tú mujer, que te refieras a la fornicación solo como "un hombre manteniendo relaciones con una ramera". Es la eterna crítica al cristianismo: su excesivamente intenso machismo.






Bueno, ahí está lo que quería poner. Solo decir que siento si tardo mucho en escribir nuevas entradas...estoy de exámenes. Además, ahora vendrá mi novia, así que le dedicaré más tiempo que al blog, obviamente. Y después, me voy de viaje...en fin, iré escribiendo según tenga tiempo...
Espero que todos tengais un buen verano, y los estudiantes hayais tenido un buen Junio con muchos aprobados.

1 comentario:

  1. Oscar "El Nariz" Escamilla21 de junio de 2010, 19:17

    Primero que nada, la biblia se escribió hace ya muchos años, y ésta no se puede modificar o arreglar para los tiempos actuales, ya que en el pasado no existia el "noviazgo", si querias a alguien, te tenias que casar con ella.

    Ademas, se te olvido colocar un ejemplo grande de esta "fornicación", el caso de Sodoma y Gomorra, que por su falta de arrepentimiento, las condeno a la destruccion.

    Ademas, no siempre te ofrecen el perdon, po ejemplo: Mataste a alguien, y vas a confesarte, el padre no te va a decir "reza dos padres nuestrpos y diez ave maria y estaras perdonado" NO! lo que te dira es que vayas a entregarte a la policia, y tal vez así te perdonen.

    Aunque yo difiero mucho con la iglesia catolica (la considero "chapada a la antigua") en esta cuestion del perdon, ya que si cometes un pecado, pero por un bien mayor, no terminaste haciendo nada malo, ejemplo: Robin Hood, aunque no haya existido, estaba pecando para el bien comun, robando a los "hidalgos" y dandole el dinero a los pobres de su pueblito perdido en el bosque.

    Hablando de pobres, ellos son los que más fe tienen en Dios, ya que no tienen nada más en que creer, como nosotros los "clase media" y "clase alta". Ellos solo tienen a su persona y a su Dios, y con eso estan felices.

    Sin nada mas que agregar, me despido, Bon Voyage! y que disfrutes de tus vacaciones, y no me lleve ninguna materia... =P

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